“Recientemente, hemos recibido quejas de marcas cuyos anuncios aparecieron en videos de contenido que no se alinea con sus valores. Nuestras más sinceras disculpas.”

Google ha vuelto a disculparse una vez más ante varias marcas británicas y agencias gubernamentales, indignadas al descubrir que sus anuncios eran mostrados en YouTube en videos relacionados con el enaltecimiento del terrorismo, nazis y otros extremistas.

Google ha anunciado una serie de cambios en sus sistemas de publicidad, con la intención de dar a las marcas más control sobre dónde aparecen sus anuncios.

La decisión se produce después de que el diario The Times y The Guardian publicase un artículo donde afirmaba que YouTube incluía publicidad a través de su sistema automático en vídeos con contenido ofensivo, como de simpatizantes de terroristas del Estado Islámico, de David Duke, exlíder del Ku Klux Klan o de un sacerdote homófobo que recientemente celebró la matanza en el club ‘gay’ de Orlando.

Marcas como HSBC, Royal Bank of Scotland, Lloyds y Marks & Spencer han retirado su publicidad de Google Ads para evitar que sus marcas aparezcan en este tipo de vídeos. Según informa Portaltic, en los últimos días se han sumado también compañías extranjeras, como la rama francesa de la agencia de comunicación Havas, responsable de los anuncios de Kia, Hyundai y O2, el pasado viernes.

«Sabemos que esto es inaceptable para los anunciantes y agencias que ponen su confianza en nosotros,», ha afirmado en el blog de Google Philipp Schindler, director de negocio de Google. «Es por ello que estamos llevando a cabo una extensa revisión de nuestras políticas y herramientas de publicidad, y adoptando una postura más dura contra el contenido ofensivo y despectivo.»

La compañía afirma que está reforzando la cantidad de personal encargado de revisar los anuncios y el desarrollo de herramientas que permitan detectar estos contenidos.

Google se enfrenta así a una crisis importante en su sistema de financiación, ya que las empresas consideran que la compañía ha infringido sus normas de publicidad, que prohíben contenidos violentos, que propaguen el llamado discurso del odio, pornográficos y «controvertidos o sobre personas o eventos sensibles».