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A estas alturas nadie niega que la experiencia de usuario (UX) o usabilidad web  es uno de los pilares para que las tiendas online alcancen el éxito.

A niveles muy generales existen pautas que nos pueden ayudar a conseguir una buena experiencia de usuario en nuestro e-commerce, y con ello llegar a tener una web donde los usuarios disfruten comprando.

La primera impresión es la que cuenta

Aunque, para muchas personas, en el día a día, “la primera impresión” no es la que cuenta, en la web, si un usuario tiene problemas para entrar a una página o no encuentra lo que busca, solamente estará a un clic de marcharse a la competencia, por lo tanto, en la web, la primera impresión cuenta, y mucho.

Para intentar que esa primera impresión sea lo mejor posible y reducir, así, la tasa de rebote, deberemos:

  • Cuidar la velocidad de carga de nuestra web
  • Crear un contenido original e interesante
  • Ofrecer la información que el usuario busca (precio, transporte, descripción del producto/servicio…)

Muchos estudios desvelan que un usuario solamente concede 3 segundos a una web para decidir si compra en ella o no. Optimizando la UX conseguiremos, no solo que el usuario permanezca más de 3 segundos y realice la compra, sino que también conseguiremos fidelizarlo.

Dependemos del usuario, no le ocultemos información

Uno de los motivos por lo que el usuario abandona el carrito se debe a que en la ficha del producto/servicio no le mostramos todos los detalles del precio y transporte que necesita saber.

Muchos e-commerce desglosan el precio final con el IVA y otros gastos, en el momento del pago, por lo que obligan al usuario, que ya se ha hecho a la idea de que el precio es inferior, a abandonar la compra.

Para conseguir que el usuario no tenga una experiencia negativa, y vuelva a nuestra tienda online, deberemos evitar esta práctica y ser sinceros con todos los gastos desde el principio del proceso de compra.

Limpieza y orden, la clave de una web fácil para el usuario

El diseño web importa, pero siempre y cuando siga un orden. En un e-commerce es de vital importancia que el diseño no sea un obstáculo entre el usuario y la compra, por lo que para que esto no ocurra nuestra web debe tener un diseño atractivo, pero ordenado y simple.

Debemos evitar que el usuario pierda tiempo “adivinando” como se navega por el sitio, ya que cuanto menos tiempo tarde en averiguar cómo interactúa con la web, más probabilidad habrá de que efectúe una compra.

Además, para reducir las distracciones  es muy útil usar los espacios en blanco. Evitando que los elementos estén muy juntos, conseguiremos centrar el foco de atención del usuario, por ejemplo, al botón de compra.

Inmersos en el mundo multimedia

En una tienda online partimos de que los sentidos del tacto, olfato y gusto son imposibles de conseguir a la hora de la venta, pero, ¿por qué renunciar al sentido de la vista?

Actualmente vivimos en un mundo multimedia. Vídeos, imágenes… nos rodean constantemente y muy pocos usuarios son capaces de comprar aquello que no pueden ver.

En este sentido, las imágenes de un producto o servicios, así como incorporar, cuando sea posible, un vídeo de demostración, son elementos indispensables en un e-commerce, ya que pueden provocar que el usuario supere su barrera emocional y finalmente realice la compra.