Uno de los factores más importantes a tener en cuenta a la hora de diseñar una página web es el uso adecuado de las tipografías. Y es que, por muy cuidada que sea nuestra paleta de color, la selección de imágenes y/o vídeos y la estética general de nuestra web, nuestro fin es establecer una comunicación con el usuario para hacerle llegar un mensaje, y eso lo conseguimos a través del texto.

Es por eso que hoy en día la tipografía, considerada como el arte de diseñar y dar estilo al contenido escrito, se ha convertido en un elemento primordial para los diseñadores, que tienen la misión de ofrecer a los usuarios textos visualmente atractivos que capten su atención y que sean fácilmente legibles; todo ello mediante una correcta elección de fuentes, tamaños, espacios, etc. Hoy os enseñamos una serie de pautas y consejos a la hora de utilizar las tipografías en un proyecto web.

No más de 3 fuentes diferentes

Una de las reglas más importantes en el mundo del diseño es no abusar de tipos de fuentes diferentes. Esto se aplica también en el área del diseño web, ya que usar más de tres fuentes distintas (de hecho, con dos es más que suficiente) da una imagen poco estructurada y nada profesional a nuestra página. Además, puede llegar a confundir al usuario, lo que va en contra de nuestro objetivo principal que es hacerle llegar nuestro mensaje de forma clara.

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Elige un tipo de letra que funcione bien en diferentes tamaños

Después de una ardua tarea de búsqueda para dar con la fuente estéticamente ideal para nuestra web muchas veces no se tiene en cuenta un punto importante: que funcione correctamente en diferentes tamaños. Y es que hay que pensar que los usuarios accederán a nuestra página desde dispositivos con diferentes tamaños de pantalla y resoluciones y encontrarán en nuestra web elementos que incluyen textos en diferentes tamaños, como encabezados, etiquetas, botones, etc. por lo que todos deben ser perfectamente legibles y usables en todos tipo de casos y en diferentes formatos. Además, también hay evitar el uso excesivo de cursivas o fuentes con muchas curvaturas (por mucho que pensemos que van acorde con la estética de nuestra página) ya que estas son difíciles de leer en pantallas de pequeño tamaño.

No abuses de textos centrados

Los párrafos con textos alineados a la izquierda o justificados son mucho más fáciles de leer que los centrados, ya que en estos últimos el lugar de inicio de cada línea es diferente. Así, si navegamos por una web y nos encontramos con un párrafo de cierta longitud cuyo texto está centrado tendremos que hacer un mayor esfuerzo para localizar dónde empieza cada línea durante la lectura. Además, los textos centrados en una web dan sensación de desorden e inconsistencia. Por el contrario, en los textos alineados a la izquierda o justificados vemos de forma mucho más clara dónde comienza cada línea de texto y esto nos permite leerlo de una forma mucho más cómoda y rápida.

Olvídate de los textos en mayúsculas

Otro de los factores que complica la lectura de textos en una web es que el contenido esté completamente en mayúsculas. Está bien recurrir a ello en el caso de acrónimos o en los logos, pero encontrar un mensaje de cierta longitud escrito totalmente en mayúsculas ralentiza y dificulta la lectura haciendo mucho menos legible el contenido.

Evita textos en color rojo o verde

El daltonismo es una alteración genética que afecta a gran parte de la población. De hecho, el 8% de los hombres son daltónicos. Por eso, si queremos remarcar algún tipo de información importante en el texto de nuestra web y que nuestro contenido sea accesible para todo el mundo no es recomendable que utilicemos el color rojo o el verde para ello.

¡Cuidado con el contraste!

Podemos tener un fondo para nuestra página con un atractivo visual muy potente y una fuente perfecta para mostrar nuestro contenido, pero si no combinamos de forma adecuada ambos elementos el resultado puede ser desastroso. Aquí es donde el contraste juega un papel muy importante para que un texto pueda ser legible en una web. Si utilizamos colores similares para el fondo y el texto estos se fundirán y el usuario no será capaz de leerlo correctamente. Recuerda que cuanto más visible sea el contenido más rápido se localizará y leerá.

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Teniendo en cuenta todas estas pautas no olvides realizar algunas pruebas antes de lanzar tu web. Muestra tu contenido a varias personas en diferentes tipos de pantalla para comprobar que todos los textos son perfectamente legibles y que no afecten negativamente a la experiencia de usuario.