Recientemente, un estudio de la Universidad de Michigan señalaba que Facebook no podía ser entendido como un sustituto de la soledad; mientras que otro señalaba que las actualizaciones de esta red social impactan en nuestra autoestima.
Además, expertos italianos (Fabio Sabatini y Francesco Sarracino) han ido más allá y han explicado cómo las redes sociales, principalmente Facebook y Twitter, eliminan el ‘social trust’ o la confianza social, entendida como la percepción que tenemos, o no, que el resto de las personas que conforman la sociedad son elementos benignos, que no desean el mal a nadie, y que por tanto son dignos de confianza. Además el social trust ha sido relacionado con la felicidad individual.
Estas conclusiones fueron elaboradas tras analizar el impacto que tienen las redes sociales sobre 50.000 personas, teniendo en cuenta diferentes aspectos personales. De esta manera se determinó que uno de los principales problemas era la violencia.
Internet ha eliminado algunas reglas de cortesía, por lo que de entrada muchas conversaciones resultan agresivas y violentas. Estas respuestas suelen ser llevadas al plano personal, por lo que tendemos a sentirnos tan ofendidos como en la vida real. Así solemos responder en la misma tónica y comienza un ciclo que solo tiende a crecer.
Según un estudio de Pew Institute, estos eventos están relacionados con la opinión pública y el fenómeno del Espiral del Silencio. En medios sociales, se refiere a la poca censura que hay en los medios sociales en temas de atención al cliente (quejas de mal servicio o mal atención), pero la mucha mesura que hay en temas políticos o ‘controversiales’.
Pew Institute utilizó como ejemplo el escándalo de espionaje de la NSA. Según el estudio, el 86% de los estadounidenses tuvieron conversaciones cara a cara sobre este tema, mientras que solo el 42% trasladó las conversaciones a sus perfiles de redes sociales. De esta manera se concluyó que los internautas, en su mayoría, no hablan en Internet cosas que sus seguidores no quieren escuchar, por lo que se segmenta la información de acuerdo a lo que los potenciales receptores opinan.
Finalmente se concluyó que no solo las redes sociales no hacen más felices a las personas (no sustituye a la soledad, impacta sobre el autoestima y disipa los contactos personales), sino que tampoco permite a las personas ser más libres (se censuran en sus comentarios y dejan de ser si mismos para ser lo que sus receptores quieren que sean).
Jannette Irazabal Google+
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